En 2023 se nos ha regalado una nueva versión de las tortugas más famosas de la televisión. El largometraje de 100 minutos Tortugas Ninja: Caos mutante tiene una animación que al principio puede que parezca chocante, sin embargo, calza perfectamente con la trama y con los mensajes que intenta transmitir. Se podría afirmar que se trata de un símbolo. Es una animación de trazos no muy definidos y que tiene un tono oscuro. Algunos hasta podrían afirmar que los personajes se ven feos.
En términos generales, la trama de la película es sobre el deseo de Splinter de que las tortugas no tengan ningún contacto con los humanos, porque él considera que son malos. Hay un flashback que lo explica. Una mosca mutante llamada Súperfly es la villana, ella también odia a los humanos, pero a diferencia de Splinter, su posición no es pasiva, sino que quiere destruirlos. Súperfly se hace ayudar de un grupo de mutantes, que representan personajes marginados por la sociedad, como los pertenecientes a algunas tribus urbanas: skaters, punkeros, etcétera.

Este es el primer punto de reflexión. Splinter no es consciente de su actitud hasta que la ve exagerada y caricaturizada en un villano. Es entonces cuando se da cuenta de que aislar a las tortugas del mundo no ha estado bien. A veces no nos damos cuenta de cómo nos vemos cuando actuamos de cierta manera, hasta que vemos esa misma acción en otra persona.
Los mutantes seguidores de Súperfly están dispuestos a acabar con los seres humanos, pero lo que les duele es que ya no tendrán nuestros productos culturales. El mensaje es quizá que, aunque la raza humana esté llena de tanta perversión, produce cosas hermosas como la pintura, la música, el cine o la pizza. Es de nuevo, el arte la que nos humaniza, lo que sea que signifique humanizarse.
Caos mutante también hace un guiño hacia la instrumentalización que hacemos los seres humanos de los animales. No son nuestros compañeros de mundo, sino un entretenimiento, alimento o instrumento de trabajo. Los mutantes se preguntan qué harán con nosotros cuando gobiernen y destruyan la sociedad humana. ¿Seremos sus mascotas?, ¿sus bestias de trabajo?
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April O´Neal es la humana que se encarga de demostrar que los seres humanos no somos todos malos, o por lo menos no tanto, y que los mutantes también son buenos. Es decir, es la que rompe el prejuicio y acerca estas dos realidades para que se conozcan. Porque el rechazo a veces viene de una preconcepción o de una primera mala impresión, pero no de la realidad de las cosas.
Me quedé pensando en cómo rechazamos lo que no es igual a nosotros, sea porque nos da miedo o porque nos creemos superiores a eso. Pero cuando revisamos las cosas a profundidad nos damos cuenta de que no son tan distintas como pensamos.
Josué R. Álvarez
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