Dejando estabas nubes a tu paso,
sabías volar y otras maravillas,
salió un hombre entre tus costillas
volaban aves entre tu regazo.
…
Amaste las aves, también los brazos,
de aquel hombre que desde tu semilla
primero avanzó puesto de rodillas
y luego sorteó sus primeros pasos.
…
Y vino a ofrecerte un ave muerta,
para según él darte una alegría,
mas no supo que, con el ave yerta
…
te golpeaba y dabate agonía
pues los amabas de forma tan cierta
que de amor por los dos tú te morías.
….
Josué R. Álvarez
En algún mes de 2012