Nací desnudo y sin palabra alguna,

solamente con un grito en la boca

como quién lee una rima barroca,

como quien tiene una vasta laguna.

..

Vino a mí con gratísima fortuna

el aliento que flamante sofoca

el fuego que Prometeo no invoca

y oculta de la mirada a la luna.

..

Ignoro si «mamá» fue la primera,

si me esperaba calma en el futuro,

o tal vez «Diós» en el silencio fuera.

..

De la memoria tengo todo oscuro,

pero díganme si no pareciera

toda palabra, un grito inseguro.

..

Josué R. Álvarez