La redacción como todo en la vida es cuestión de oficio. Habrá personas con más o con menos habilidad, pero lo cierto es que hay aspectos técnicos que si no se cumplen hacen que se fracase en el intento. La experiencia me dice que como es una actividad con la que estamos frecuentemente en contacto en los procesos educativos, y la materia prima (las palabras) la usamos prácticamente para todo, se cree que no se requiere una técnica. No es así. Nadie comenzaría a hacer un vestido o un zapato si no conoce técnicas de corte y confección y la zapatería respectivamente, ¿cierto? Te dejo aquí cinco consejos que pueden ayudarte a redactar muchísimo mejor de como lo vienes haciendo hasta ahora.
- Planifica

No importa si es una carta de amor o un informe, es necesario que tengas claro lo que dirás. Luego debes organizarlo. La buena redacción es el reflejo de un pensamiento ordenado. La lengua tiene como una de sus principales características que es lineal, es decir, que se dice primero lo uno y después lo otro. Así que es necesario priorizar. Te estarás preguntando cuál es el orden. Bueno, a veces necesitamos comenzar con explicaciones, aclaraciones o de una vez con lo más importante. Aquí es el sentido común el que te dirá qué debe ir antes o qué después para que el destinatario entienda el mensaje con la mayor claridad posible.
Y si estás pensando que te llevará demasiado tiempo, no es así. Gastas más minutos en tratar de hacerlo todo de cero.
- Organiza tu discurso en párrafos y oraciones

Hay una técnica que llevo años usando, que consiste en escribir en pocas palabras la idea de cada párrafo. Si, por ejemplo, estoy escribiendo un ensayo sobre la manipulación de los medios de comunicación de parte de algunos grupos, quizá sea bueno que en el primer párrafo explique en qué consiste la manipulación de los medios de comunicación. Así, en el segundo párrafo podré hablar de las consecuencias y en el tercero de los casos concretos. O puedo cambiar el orden. Lo importante es que en unas cuantas palabras yo pueda visualizar, a grandes rasgos, lo que quiero decir.
Una vez que tenga organizado mis párrafos, debo tener claro que estos deben organizarse en oraciones. Mi experiencia como docente y tallerista, me dice que uno de los principales errores en la redacción es no saber cuándo terminar una oración. He leído casos en los que directamente no usan punto más que al final del párrafo. Recordemos que la oración inicia con mayúscula y termina con punto, y entre estos dos elementos debe haber al menos un verbo conjugado. Yo recomiendo revisar la oración cuando ya hay más de tres verbos conjugados. Quizá estemos construyendo una oración demasiado compleja y poco entendible.
- Revisa y lee en voz alta

Otro error común es no revisar lo que escribimos. Nunca, ni el escritor más hábil escribirá algo que esté perfecto o siquiera muy bien al primer intento. Así que es necesario leer más de una vez lo que hemos escrito y probar si lo entendemos.
Hay algo que es muy útil: leer en voz alta. De esta manera nos daremos cuenta con mayor claridad de los errores. Nos ayudará a que la puntuación sea más clara. Usualmente los editores de texto tienen una opción para leer en voz alta. Yo particularmente la uso mucho. Así me he salvado de enviar mis escritos a mis destinatarios con errores.
- Conoce tus errores

Una vez que hayas vuelto una costumbre la revisión de textos, notarás que tienes errores frecuentes, que pueden ir desde teclear una «s» por una «d» hasta usar muletillas o palabras innecesarias o imprecisas. Las personas usan muchísimo frases parasitarias como «de alguna manera», «lo que es» o ponerle el verbo «comenzar» a cada oración, lo que suele aportar poco a nuestra escritura.
- Aprende a usar los signos

Sí, lo sé, con este punto no te ayudo demasiado, pero ten en cuenta que solo así se puede ser muy claro. Los usos de los signos de puntuación parecen muchos, pero una vez que tienes claro qué es una oración, sus partes y cómo funciona los signos no te costarán nada. Sí, las clases de gramática de la primaria y la secundaria no son solo porque sí.
Josué R. Álvarez
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