Qué triste la boda sin las hortensias
sin las margaritas, sin los claveles.
Qué tristes también los tristes pasteles
sin su azucarada gentil florencia.
…
Un novio sin rosas: la decadencia.
Y qué sombríos los finos hoteles,
el oro olímpico sin los laureles.
No hay lo magnífico ni la opulencia.
…
Reconfortan los blancos crisamentos
dispuestos en las negras sepulturas
como antes los floridos ornamentos
…
consolaron con sus suaves dulzuras
el roco llanto que a ratos violento
mojaban del féretro sus ataduras.
…
Josué R. Álvarez
2 de febrero de 2021