En este artículo no pretendo zanjar la eterna discusión entre los hondureños de si uno de los helados más degustados en el país se llaman charamuscas o topogigios, porque la respuesta será siempre la misma: en el norte se llaman de una manera y en el centro-sur se llaman de otra. Y en ese sentido no hay nada más por discutir. Solamente aportaré que en los diferentes corpus de referencia de la lengua española la única de estas dos palabras que tiene registro es «charamusca» Sin embargo, hay varios aspectos interesantes sobre estas palabras que son dignas de mención en este espacio.
Comencemos por el que la mayoría de las personas conoce: el Diccionario de la Lengua Española —no, no se llama Diccionario de la RAE—. En este diccionario aparece «charamusca» con tres significados: el primero se refiera a la leña pequeña, el segundo se refiere a una especie de chispa que sale del fuego, y el tercero se refiere a un dulce en específico de las regiones lingüísticas de Honduras y México. Pero sorprendentemente no se trata de lo que estás pensado. Esa tercera definición dice así: Confitura en forma de tirabuzón, hecha de azúcar, mezclada con otras sustancias y acaramelada (Asociación de Academias de la Lengua Española, 2021).
Sí, si se revisa con detenimiento la definición veremos que el único elemento que tienen en común es que son un alimento dulce que se usa como postre o golosina, pero en realidad está hablando un dulce que no se come helado y que es «acolochado», específicamente este:

Se trata de un dulce muy tradicional de Guanajuato, que se caracteriza además de por su sabor a base de azúcar que se acompaña de leche, de coco y de nuez, por su forma de momia. Nada parecido a las de Honduras que más bien se parecen a uno de los ratoncitos más famosos de la televisión, además de que como sabemos son frías, de ingredientes muy variados y se embolsan. Lo que las diferencia de las paletas.
Si se le sigue el rastro a la palabras «charamusca» en los bancos de datos de la lengua española se obtendrá que en el Corpus Diacrónico del Español (CORDES) la palabras aparece apenas cinco veces, la primera en 1883 y la última del siglo pasado en 1973. Dos veces se usó para referirse a la especie de viruta encendida que sale del fuego, una para referirse a un enredo, otra para un cabello rizado, y una última para el dulce (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, 2021). Este último lo usó el premio Nobel Camilo José Cela en su libro de viajes Judíos moros y cristianos de 1956. Es decir, que muy probablemente la charamusca mexicana proceda de alguna otra anterior. Las fechas aquí presentadas también nos dan una idea de la antigüedad de la palabra.
En el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), las cinco referencias que aparecen —la primera de 1982 y la última de 1990— son mexicanas y si no se refieren al dulce, se refieren de manera metafórica a los característicos rizos de la charamusca (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, 2021).
Para la referencia del español del siglo XXI es necesario consultar en el Corpus del Español del Siglo XXI. En este banco de datos la palabra «charamusca» aparece doce veces, de las cuales dos entradas pertenecen Honduras. Ambas son de 2011 y la primera de ellas es del escritor de Las Vegas, Santa Bárbara Jorge Martínez Mejía: […] se miraba como una niña huérfana desde el sendero por el que yo llegaba todas las mañanas con mi tercio de leña, pequeñas charamuscas y ramas secas recogidas de los cerros de los alrededores (Como se cita en REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, 2021). La segunda aparición es del mismo autor y del mismo libro, y tiene el mismo significado: leña menuda.
Esta hasta el Diccionario de Americanismos que aparece para Honduras, Nicaragua y El Salvador el famoso helado hondureño. También aparecen como equivalentes carita, chupeta, pocicle, popsicle, tanate y —tadán— topogigio (Asociación de Academia de la Lengua Española, 2021). Aunque yo preferiría que apareciera la adaptación a escritura española «topoyiyo». En el Diccionario del Español de Nicaragua también recoge la palabra «charamusca»: Especie de helado en bolsitas (Oviedo, 2007) y da algunos equivalentes como chupeta o carita, sin embargo, no aparece «topoyiyo». Lo mismo sucede con el Diccionario de Salvadoreñismos y en el Diccionario de Centroamericanismos.
Después de todo este paseo por los bancos de datos se puede afirmar que ambas palabras aparecen realmente poco en los corpus de la lengua española, que no debemos olvidar que son sobre todo del español escrito y no del hablado. Además, en la marca diatópica (de espacio) en el Diccionario de la Lengua Española hay una imprecisión, no están hablando de la charamusca hondureña, la confunden con la mexicana. También parece que «charamusca» es una palabra mucho más registrada que «topogigio», aunque ese dato es ciertamente engañoso. Si tomamos como referencia el Diccionario de Americanismos diremos que para «charamusca» hay una entrada y que, como opción aparecen otras palabras, entre ellas su competidora, o mejor dicho su colega, del norte del país, que por otra parte como palabra es mucho más reciente. El personaje de la televisión apenas nació en 1958 y no llegó a América hasta casi terminados los años sesenta. De todas maneras de «charamusca» como la entendemos en Honduras tampoco hay registros muy antiguos, y en los bancos de datos, directamente no hay.
Dejando de lado el análisis lingüístico quiero decir que me gusta muchísimo más la idea de que un helado se llame como un personaje de la televisión, y que haya tenido suficiente impacto como para quedarse para siempre. Aunque, por otro lado, el origen de «charamusca» es mucho más misterioso y especulativo.
Te dejo este cuadrito para que comparés las palabras según los criterios que se han desarrollado en este artículo.

Bibliografía
Asociación de Academia de la Lengua Española. (2021). Diccionario de Americanismos. Recuperado el 23 de mayo de 2021, de https://lema.rae.es/damer/?key=charamuscas
Asociación de Academias de la Lengua Española. (2021). http://www.dle.rae.es. Obtenido de https://dle.rae.es/charamusca
Como se cita en REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. (2021). Corpus del Español del Siglo XXI. Recuperado el 23 de mayo de 2021, de https://apps2.rae.es/CORPES/org/publico/pages/consulta/entradaCompleja.view
Oviedo, F. A. (2007). Diccionario del Español de Nicaragua . Managua : PAVSA.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. (2021). Banco de datos (CORDE) [en línea]. Recuperado el 23 de mayo de 2021, de REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. (2021). Banco de datos (CREA) [en línea]. Corpus de referencia del español actual. Recuperado el 2021 de mayo de 23, de http://www.rae.es