Este polvo que fuimos y será

polvo de sal, de luz, de desierto

levantado, a veces por el viento;

consumido, a veces por el mar.

….

Polvo de roca hecho deidad

roto por un rayo doble del cielo

por un golpe de pluma o su intento,

reza a sus cenizas: busca la paz.

Polvo que asfixia en sus estallidos,

polvo que quizás un letargo fue,

y corta con su tristísimo filo

de las lagunas, la casa del pez

de las raíces, los troncos caídos

de su espíritu; su alma, su ser.

Josué R. Álvarez

2 de marzo de 2021